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¿Dónde podemos ir a bañarnos?

julio 26, 2022


 Nos vamos al Alto Tajo

09 al 12 de Julio -22


La verdad es que ya teníamos ganas de volver por esa zona. 

La última vez que estuvimos fue hace siete años, cuando apenas nos conocíamos.

En esta ocasión, sabíamos qué buscábamos por estos maravillosos parajes: agua, y por tanto baños y descanso.

Y vaya si lo encontramos.

Aquí tenéis la crónica de un finde estupendo, rodeados de campo, agua y descanso. 




Decidimos salir el sábado bien temprano, cosa que conseguimos a medias. Entre cargar el coche, meter a los perritos y al pájaro y enganchar la caravana...

El caso es que sobre las 08:00 ya estábamos en marcha.

El viaje nos fue bastante bien. Paramos a desayunar en el área de servicio ''112'', en la A-2. Es todo un espectáculo vernos llegar a estos sitios con todo el conjunto.

Después del desayuno, reanudamos el camino y una vez atravesado Molina de Aragón, llegamos a nuestro destino: el Camping La Serradora, en Peralejos de las Truchas.


Por ahí no cabe la caravana!!!!


Menudo susto, la puerta de acceso al camping está en curva, cuesta abajo, con mogollón de coches aparcados y sólo tiene tres metros de ancho...

Casualmente, detrás de nosotros, una chica del camping entraba a la vez que nosotros.

Y lo primero que le pregunto es si hay otra puerta, pobre de mi.

Al final nos quitaron los coches que estorbaban y pudimos entrar. Fabi me mira reprochándome que sea tan grande la caravana. Y aún veremos cómo salimos dentro de tres días.

Después de este susto, ya una vez registrados e instalados, confirmamos que el camping es muy acogedor. Regentado por una pareja de jóvenes emprendedores, ofrece lo justo para pasar unos días, y desde luego tranquilidad.

Nos animó venir a este camping que tiene acceso directo al río Tajo, y la verdad es que nos dimos un buen baño en la orilla del camping.


Puente colgante del Tajo


Al día siguiente cogimos nuestros bártulos y en compañía de Noa y Romeo, nos fuimos en busca de un paraje más idílico para bañarnos.

Hay que decir que en esos días Madrid era un infierno desde hace semanas, arrasado por olas de calor insoportables.

El sitio ya lo conocíamos por ese viaje que hicimos años atrás. Sabíamos que volveríamos.

Y efectivamente no defraudó.

Para llegar hasta las inmediaciones del lugar desde el camping, hay que transitar por una pista no asfaltada de ocho kilómetros. Ni que deciros cómo se puso el coche,

Claro que la vuelta fue más divertida aún, luego os contamos. El Puente colgante del Tajo es un lugar increíble. El agua tiene un color esmeralda precioso y, a la vez, es un agua muy cristalina. El sitio es tranquilo y con poca gente, al menos esos días que estuvimos.




Si, el agua estaba fría. Pero por otro lado, era lo que andábamos buscando, refrescarnos.

Hasta los perritos estuvieron jugando en el agua. Noa se tiro al agua en plancha para venir a salvarme cuando yo estaba ya metido. Los dos se lo pasaron muy bien.

Y nosotros también. tanto que al día siguiente volvimos al mismo lugar. 

El segundo día era lunes, así que todavía había menos gente aún.

Qué dónde dejamos el coche para llegar a hasta este lugar? Pues seguid leyendo y os lo explicamos.

La Laguna de Taravilla






Ahí dejamos el coche.

Ya hemos explicado que para venir desde el camping tuvimos que ir por una pista no asfaltada de tantas que hay por el Alto Tajo.

Dicha pista pasa por el aparcamiento que hay al lado de la Laguna.

Desde ahí, y con la mochila, la nevera y hasta unas sillas de playa nos dirigimos por un caminito cuesta abajo hasta el puente Colgante. Un kilómetro más o menos.

Esta laguna es de origen natural, no la alimenta ningún río, sino que su agua procede desde el propio suelo, del propio terreno.

Nunca está seca, pero es verdad que su profundidad depende de lo seco o húmedo que haya sido el invierno y la primavera de cada año.

Tiene una senda que la recorre en todo su perímetro y es, en verdad, un paseo muy agradable en épocas menos extremas en cuanto a la temperatura del lugar.


La prueba del baño.


Es verdad que estaba el agua fría, pero una vez metido, al menos hasta que los labios se tornaban morados, la sensación no era tan desagradable.

No hubo mucha gente y los que más se metían en el agua eran los niños.

Ellos nunca tienen frio en el agua.

Fabi también se bañó, aunque no hay prueba grafica de ello.

Yo me llevé mi equipo de ''buceo de gran profundidad'', gafas de piscina y aletas, y di buen uso de él.

En el río vimos infinidad de libélulas azules, verdes y esas otras que son mas grandes, como helicópteros.

Por supuesto peces, no sabemos si eran truchas, y cangrejos de río.



Salida triunfal del Camping


Los días de asueto se acaban y llega el momento de regresar a la civilización.

Una vez desayunados, recogemos todo el campamento, enganchamos la caravana, hacemos maniobras de aproximación a la puerta del camping... y empezamos a rezar. 

No hay coches que nos estorben demasiado, pero ya salir es toda una proeza en si mismo.

Hay que salir cuesta arriba, con la caravana haciendo de pesado lastre, saliendo por una puerta que mide tres metros de ancha (la caravana mide dos metros y medio de ancha más la prolongación de los  espejos del coche, y todo esto con el suelo lleno de gravilla...

Encaramos la caravana, acelero y dejando boquiabiertos a todos los lugareños que había concentrados en la terraza de la cafetería, atravieso la puerta sacando la caravana, patina el coche... y se cala.

Y me queda media caravana por sacar aún.

Arranco y, ahora sí, termino de sacar la caravana envuelto en una nube de polvo impresionante al más puro estilo de ovni alunizando el más seco de los desiertos.

Se sube Fabiola al coche y salimos de allí, casi sin mirar hacia atrás.

Conclusiones


Empecemos por lo bueno:

  • Hemos descansado. Y eso ha sido posible entre otras cosas al edredón que nos ha abrigado por las noches, hemos dormido genial.
  • El Tajo no nos ha decepcionado. Sus aguas, su ribera, su fauna y flora... Nos dejó ver un zorrito muy juguetón.
  • El camping ha sido suficiente, sin lujos, es un camping de montaña y hay lo que hay.
  • No había cobertura. Una desconexión total.
  • El restaurante Acebos del Tajo, impresionante la parrillada que nos metimos entre pecho y espalda, con una botella de vino del lugar.


Algunas cosas mejorables:

  • Desde luego, en primer lugar, la entrada al camping. Creo que no volveremos a ir a este establecimiento por este motivo, no está pensado para caravanas tan grandes.
  • Dice Fabiola que el agua estaba muy fría. Yo no voy a decir nada...
  • Peralejos de las Truchas debió de tener un esplendor que nosotros no vimos. Estaba despoblado, como muchos de Guadalajara. Nos dio mucha pena.
  • En el camping, los perros estaban sueltos por todos los sitios. Nos cobraron por los perritos 8€ diarios por Noa y Romeo.



Volveremos a la zona en algún momento, nos llevamos muy buena impresión y a mi me quedan lugares que visitar y traerme piedras o arena o lo que surja...



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Publicado por Camino a la Cumbre

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